Desde hace mucho tiempo, la psicología se ha centrado más en los problemas de la humanidad, las patologías y las enfermedades mentales, sin embargo, ha descuidado aspectos fundamentales de la vida de las personas; aspectos no tan negativos pero igual o más importantes como la felicidad, las emociones, el optimismo, etc. Y sería fundamental objeto de estudio ya que con ello se podría fomentar y dar claves para el mayor disfrute  la vida. Y así nace la Psicología Positiva, que es un nuevo enfoque de la psicología el cual estudia lo que hace que la vida merezca ser vivida. Su objetivo principal es investigar acerca de las fortalezas y virtudes humanas y los efectos que estas tienen en las vidas de las personas y en las sociedades en que viven. La búsqueda de qué es la psicología positiva llevó a explorar los rasgos personales tales como el bienestar subjetivo, el optimismo, la felicidad, etc.

El optimismo        

Es la expectativa global de que ocurrirán más cosas buenas que malas. En el lenguaje cotidiano, optimismo significa pensamiento positivo. Muchas investigaciones demuestran que el pensamiento positivo tiene enormes beneficios, ya que se consigue un mejor estado de ánimo, satisfacción general con la vida, éxito, buena salud y una vida más larga. El optimismo es un gran protector de los efectos negativos. Pero ello no quiere decir que la persona optimista esté libre de acontecimientos o situaciones negativas; no se trata de un método esotérico de protección ni mucho menos. Las personas optimistas tienen la misma probabilidad de experimentar  situaciones desagradables que las demás personas, sin embargo, la recuperación de dicho trauma será más rápida y efectiva, ya que la realidad será interpretada de manera diferente, menos catastrófica y con más esperanza. Cuando las personas piensan que les ocurrirán cosas buenas, son más propensas a esforzarse porque sienten que lo que hagan marcará la diferencia y así conseguir un mejor resultado.

Técnicas de intervención derivadas de la psicología positiva:

Saboreo

Consiste en tomar conciencia del placer e intentar que permanezca. Las personas que llevan a cabo el saboreo habitualmente están más satisfechas e identifican estrategias sencillas para saborear, como compartir acontecimientos positivos con otros, en el momento o después del hecho; crear recuerdos de dichos eventos (por ejemplo, fotografías, diarios, recuerdos); felicitarse a sí  mismas cuando suceden cosas buenas; prestar más atención a las percepciones durante la experiencia de eventos buenos; y quedar totalmente absortas en el placer sin pensar en otros asuntos. Las personas que saborean habitualmente son más felices y optimistas, además de estar menos deprimidas.

Sentirse agradecido o Agradecimiento (counting blessings)

Numerosas investigaciones han revelado que experimentar gratitud aumenta la satisfacción con la vida y el optimismo y reduce la depresión. Una buena tarea para fomentar la gratitud es que la persona debe anotar al final de cada día las cosas que salieron bien y por las cuales se sienten agradecida. Con este ejercicio las personas prestan más atención a los aspectos positivos de la vida, aprenden a apreciar más la vida, a ser más optimistas y a experimentar más emociones positivas.

La vida no es una larga trayectoria que debamos simplemente sobrevivir, sino que debemos disfrutar a cada paso, teniendo en cuenta incluso, que de las situaciones negativas podemos sacar ventajas. Llevamos toda la vida con el mismo pensamiento, y ¿si probamos a pensar en positivo? ¿Qué podemos perder? O ¿qué podemos ganar?

Haridian Rodríguez
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Por Haridian Rodríguez

“Un pájaro posado en árbol nunca tiene miedo de que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama, sino en sus propias alas’’.

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