En al año 2000, el Libro Blanco de la Atención Temprana la define como el conjunto de intervenciones dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al entorno que tienen como objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen riesgo de padecerlo. Estas interevenciones deben considerar la globalidad del niño y debe ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar.

Un equipo de Atención Temprana debe estar compuesto por, al menos, 3 profesionales con formación en Psicología, logopedia y fisioterapia. Todos ellos deben tener formación específica en desarrollo infantil y Atención Temprana.

La Atención Temprana surge en los años 70 y su evolución ha sido constante desde el inicio. En la actualidad, por todos es conocido que, la plasticidad cerebral de los primeros años de vida permite desarrollar mecanismos compensatorios en los niños que presentan determinados déficits o patologías. Tenemos por ello que aprovechar estos primeros años e intervenir de forma temprana.

En los dos primeros años de un niño se desarrollan el mayor número de habilidades que presenta una persona en los años posteriores. El desarrollo de la marcha y el lenguaje, por ejemplo, dos hitos fundamentales del proceso evolutivo, se desarrollan en dicha etapa.

¿Qué menores atendemos en un CAIT (Centro de Atención Infantil Temprana)?

Son derivados menores a los que se les diagnostica alguna patología desde el momento del nacimiento, menores que presentan riesgo en el desarrollo como por ejemplo, bebés prematuros o menores que, en algún momento del desarrollo presentan alguna señal de alerta de que su evolución no es la esperada.

Nuestra intervención siempre tiene como objetivo al menor, su entorno y su familia. No podemos atender al niño como un ente aislado de todo lo que le rodea, la familia ha de ser un elemento activo de la intervención y, los profesionales, debemos estar coordinados con cualquier otro profesional que intervenga con el niño, médicos, escuelas infantiles, colegios, equipos de orientación educativa….

¿Cómo se desarrolla habitualmente el proceso de inicio de intervención en Atención Temprana?

Cuando una familia acude a un CAIT, iniciamos el proceso de acogida, esto consiste en una primera entrevista inicial en la que recabaremos toda la información que consideremos interesante para el caso que nos ocupa. Datos médicos, escolares y otros, son recogidos de forma extensa y minuciosa. Contamos a la familia en qué consiste la Atención Temprana, y qué perseguimos con la intervención que vamos a llevar a cabo.

Posteriormente, iniciamos el proceso de valoración del menor en el que mediante la pasación de las pruebas que consideremos pertinentes así como a través del proceso de observación directa, elaboraremos un informe en el que detallaremos los datos obtenidos y la necesidad o no de que el niño sea incluido en un programa de Atención Temprana.

En caso de que sí precise intervención, elaboramos un programa de intervención individualizado que consensuaremos con la familia e iniciaremos el proceso.

La intervención ha de ser motivante para el niño, el juego, es nuestra mayor herramienta, y a través de él conseguiremos numerosos objetivos.

Ante cualquier duda respecto al desarrollo evolutivo de tu hijo, los especialistas en Atención Temprana daremos respuesta. No podemos quedarnos con el “ya andará o ya hablará”, una adecuada valoración es la que nos dirá si nuestro hijo precisa una intervención o por el contrario, su desarrollo es óptimo.

Marina Barber
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Por Marina Barber

Centro de trabajo: Vithas Hospital Virgen del Mar Mail de contacto: [email protected] WEB: www.atencionatempranaalmeria.com

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