Con la llegada de la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) se ha reavivado el clásico debate acerca de la conveniencia de seguir utilizando un modelo de Salud Mental basado en los mismos principios que encontramos en el campo de la Medicina. Ante la aparición de nuevos trastornos mentales se reclama dentro de la Psicología Clínica una vuelta a la normalidad, abandonando el camino de laballet-1376250_1280 psicopatologización de los problemas de la vida cotidiana. Para ello ha de cambiarse el foco de atención desde los síntomas a la persona como ser humano que vive, siente, piensa y sufre (Perez Álvarez y González Pardo, 2007).

En este sentido han surgido modelos alternativos que se oponen al concepto de enfermedad mental, y lo sustituyen por un enfoque dimensional en el que existiría un continuo entre el bienestar y el sufrimiento, en el que se situarían todos los seres humanos, poniendo énfasis en lo común más que en la diferencia, dándole un papel más activo a la persona.

Un ejemplo de modelo transdiagnóstico es el de flexibilidad psicológica integrado en el marco de la Terapia de Aceptación y Compromiso (Hayes, 2014). Parte de la premisa de que el bienestar psicológico o, por el contrario, el sufrimiento, dependen de una serie de procesos que componen lo que han denominado como flexibilidad psicológica en el lado positivo y rigidez psicológica en el lado más negativo. El modelo también ha recibido el nombre de Hexaflex puesto que se trata de seis procesos que determinan la organización de la flexibilidad psicológica:

  • Atención flexible al momento presente: disposición para dirigir la atención de manera consciente e intencional al “aquí y ahora”.
  • Valores personales: los principios rectores que dan sentido a las acciones que se toman en el día a día.
  • Compromiso con la acción: asumir un rol activo en la consecución de objetivos basados en los valores.
  • Yo-como-contexto: ser capaz de distanciarse de los contenidos de la mente (pensamientos, sentimientos, emociones…) adoptando el punto de vista de un observador.
  • “Defusión”: desligar el comportamiento de las reglas verbales, desliteralizando el lenguaje y contactando con las contingencias reales de la conducta.
  • Aceptación: entender el malestar como condición humana que forma parte del mismo proceso de alcanzar objetivos valiosos para uno.

hexaflex

Cuándo alguno de los seis procesos está ausente, entonces se produce la rigidez psicológica que dificulta un funcionamiento adaptado y da lugar al sufrimiento. Ésta viene definida por seis procesos que forman el lado contrario de los procesos vistos en la flexibilidad psicológica: atención inflexible, quiebra de los propios valores, inactividad o impulsividad, identificación con un yo conceptual, fusión cognitiva y evitación vivencial.

balance-1240737_640Los seis procesos del Hexaflex están interrelacionados, aunque algunos muestran una mayor vinculación, dando lugar a tres pares de combinaciones que conforman los tres estilos de respuesta que se incluyen dentro del modelo de flexibilidad psicológica:

  1. Estilo abierto: Aceptación – Defusión.
  2. Estilo centrado: Consciencia presente – Yo-como-contexto.
  3. Estilo comprometido: Valores – Compromiso de acción.

En el equilibrio continuo de estos tres estilos de respuesta se encuentra la flexibilidad psicológica. Un eje que influye en este proceso es el relativo a la capacidad de llevar la atención al momento presente de una manera consciente. Solo desde el “aquí y ahora” uno puede moverse entre los tres estilos de respuesta favoreciendo un mejor ajuste de acuerdo a la situación.

En definitiva, este modelo unificado de flexibilidad psicológica propugna el poner los procesos verbales y cognitivos bajo el control del contexto. De esta manera, la persona se libera de los patrones de rigidez psicológica que limitan de manera significativa su vida, alejándola de lo importante, y viéndose “obligada” a seguir las directrices de unos pensamientos cuyos objetivos giran en torno a la evitación. En lugar de ello, retomará el control y la voluntad de sus acciones, pudiendo regular su conducta de una manera flexible y comprometida con los valores que le dan sentido a lo que uno hace día a día.

La Terapia de Aceptación y Compromiso engloba métodos basados en este modelo de flexibilidad psicológica, desde una perspectiva contextual funcional del comportamiento. Entre ellos se encuentran técnicas de defusión, metáforas experienciales, ejercicios de Mindfulness y construcción de valores, que enseñan una nueva forma de responder ante el mundo adoptando un estilo de respuesta abierto, centrado y comprometido.

environmental-protection-326923_1280

Paula Fernández Rivas
Sígueme en
Últimas entradas de Paula Fernández Rivas (ver todo)
(Visited 10.070 times, 10 visits today)

Por Paula Fernández Rivas

“La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro. La felicidad no es una posada en el camino, sino una forma de caminar por la vida” Viktor Frankl

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: