Desafortunadamente estamos familiarizados con las cifras alarmantes que rodean a la depresión en nuestros días. La prevalencia en España se sitúa entre el 4-5%, constituyendo una de las tres primeras causas de discapacidad a nivel mundial, y va en camino de ser la primera en el año 2030 según las previsiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es por ello que profesionales sanitarios y los propios afectados reclaman un necesario aumento de recursos públicos dirigidos a la prevención e intervención de este problema psicológico considerado como la epidemia del Siglo XXI. Cada uno de nosotros en algún momento le vimos la cara a la depresión bien a través de alguien cercano, viviéndolo en nuestra propia piel o quizás por medio de algún personaje de película o serie de televisión. Sin embargo, aún persisten ciertos mitos en torno a la depresión, y aunque sea un problema visible en la sociedad, en muchas ocasiones no se da información suficiente que ayude a la persona que lo padece a buscar atención psicológica.

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Si acudimos a la definición de Trastorno de Depresión Mayor que da el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM 5) vemos un listado de síntomas que incluyen bajo estado de ánimo, pérdida de interés en las actividades que uno disfrutaba, cambios en el apetito y en el sueño, problemas de concentración, fatiga o pérdida de energía, sentimientos de culpabilidad, pensamientos de muerte recurrentes, entre otros. Además nos dice que han de darse la mayor parte del día, casi cada día durante al menos dos semanas. Éste es el perfil general que luego va variando en la forma que se manifiestan los síntomas en cada persona. Así, la depresión se caracteriza por una gran variabilidad en cuanto a su expresión clínica y también en la gran comorbilidad que presenta con otros trastornos mentales, motivos por los que se le achaca a este modelo categorial de clasificación falta de validez. Al margen de esto, se trata de un problema de larga tradición para el que han aparecido multitud de tratamientos que se han mostrado eficaces. A pesar de eso, los índices de recaída en depresión son elevados y sigue siendo un reto que ocupa buena parte de la investigación científica.

mo2Tomando la definición de depresión que aporta el modelo conductual, este problema se manifiesta por una disminución de las conductas que obtienen refuerzo positivo, es decir, recompensa. Bajo estas circunstancias el comportamiento está controlado por lo que denominamos contingencias aversivas, y la respuesta predominante es la de la evitación que es mantenida por reforzamiento negativo. Dicho en otros términos, cuándo en nuestra historia ocurre algún acontecimiento que nos provoca sufrimiento, nos esforzamos por hacer que desaparezca bien escapando de lo que nos duele o evitando aquellos eventos físicos y/o psicológicos que nos causan daño. Este comportamiento evitativo funciona a corto plazo ya que nos protege del sufrimiento y es por ello que se mantiene en el tiempo. En cambio, a la larga se consolida como un patrón de afrontamiento que nos aleja de recibir estímulos positivos en nuestra vida y nos impide conectar con aquello que valoramos, quedándonos anclados en las profundidades del estado deprimido. La Activación Conductual ha demostrado ser un componente eficaz en sí mismo dentro de la Terapia Cognitiva de la Depresión, y en su objetivo está incrementar las conductas que tienen refuerzo positivo en la vida de la persona, modificando su repertorio de evitación por uno más constructivo. El método empleado consiste en establecer pasos pequeños con la intención de que el sujeto se vuelva a poner en marcha y vaya alcanzando un nivel de actividad adecuado que le permita obtener estímulos positivos en su día a día.

En estos tiempos de cambios en la Psicología y Psiquiatría, han surgido categorías funcionales que describen fenómenos que son comunes a diversos trastornos mentales mencionados en los manuales de diagnóstico al uso. Uno de ellos hace referencia a ese afán por deshacerse de las experiencias dolorosas que aparecen en forma de pensamientos, sentimientos, recuerdos, sensaciones, etc. Se ha denominado «evitación experiencial» (Luciano y. Hayes, 2001) y se utiliza en la conceptualización de la depresión desde la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) señalanmodo la importancia de que la persona vuelva a ponerse en contacto con las contingencias reales. En el trabajo terapéutico con ACT se aborda en primer lugar la desesperanza creativa, que consiste en ayudar al cliente a ver lo improductivo que resultan sus esfuerzos por evitar los eventos privados negativos a través de metáforas que visualizan cómo esta forma de afrontarlos hace que estén todavía más presentes. Por el contrario, se le anima a aceptar sus experiencias para poder actuar en base a sus valores de manera comprometida con aquello que tiene sentido en su vida.

Tanto en Activación Conductual como en ACT, hay una idea que prevalece, que es la de la importancia de los factores del contexto en la aparición de la depresión. Esto significa que no es una enfermedad que uno tenga en su interior, y por lo tanto, no es algo que pueda remediarse simplemente modificando la fisiología. Tampoco es cierto que uno esté predestinado a padecerla si bien puede haber una vulnerabilidad transmitida por la herencia que puede hacerla más probable, pero en ningún caso la biología es el único determinante. La verdad es que hay diferentes factores que están detrás de la depresión, el más importante el que pertenece a la capacidad de uno mismo para decidir moverse en otra dirección que lleve a la salida del círculo. Lo cierto es que al final ha de ser uno el que encuentre su propia luz, aquella que siempre ha estado detrás de las nubes grises, ésas que aparecen inevitablemente en el transcurso de la vida y que como bien sabemos, llega un día en que dejan paso a la calidez del sol.

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Paula Fernández Rivas
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Por Paula Fernández Rivas

“La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro. La felicidad no es una posada en el camino, sino una forma de caminar por la vida” Viktor Frankl

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